Dra. Diana Roselly Pérez Gerardo
Los datos presentados hacen evidente la fortaleza del proyecto inicial del Colegio y la estrecha relación que han tenido las instancias universitarias dedicadas a los Estudios latinoamericanos. Seis centenares de tesis, tesinas e informes parecen poco para una historia de casi 50 años. Sobre todo, si lo comparamos con el número de personas que ingresaron a la carrera en este periodo e incluso si se comparan con quienes terminaron los créditos, pero no han presentado un trabajo para obtener el grado. No obstante, en cada uno de los 656 trabajos que analizamos, están volcados los esfuerzos tanto de los y las tituladas como de sus asesores, de los sínodos que los leyeron y aprobaron y del cuerpo docente que los formó como latinoamericanistas. Además, estos trabajos son resultado de una propuesta política dentro de la academia: hacer estudios latinoamericanos desde México. Y aunque el lugar desde el que hacemos estas investigaciones marca de manera notable los espacios y temáticas abordadas, las tesis y tesinas son contribuciones al extenso campo de los Estudios Latinoamericanos. Más allá de los lineamientos iniciales y de los constantes debates, han sido los trabajos de titulación y sus postulantes quienes han marcado los temas, los enfoques y perspectivas que hacen del CELA un espacio diverso, crítico y plural.[i]
Además, muchos de los y las licenciadas en Estudios Latinoamericanos siguieron sus carreras, volvieron al Colegio como docentes y de manera constante renuevan los campos del conocimiento y los métodos de enseñanza y aprendizaje. Como decía el propio Zea en el 25 aniversario del CELA: “Varios de los jóvenes que se arriesgaron a hacer una carrera sin previo mercado de trabajo son ahora maestros mejor preparados que sus maestros, con conocimiento más profesional que el de los que fueron sus profesores, quienes no pudieron hacer una carrera que no existía”.[ii]
Hoy los, las, les latinoamericanistas nos hemos insertado en diversos campos laborales, poco a poco hemos dejado de pertenecer al genérico campo de las “disciplinas afines” y hemos logrado una presencia como especialistas en América Latina tanto en las humanidades como en las ciencias sociales. Tal vez, como decía el maestro Campos, “hipotecamos la vida” al elegir esta carrera; quizá quienes recién ingresan a este Colegio así lo sientan. A ellas y ellos, les decimos que miren los centenares de trabajos de titulación que se han presentado hasta ahora, que reconozcan en ellos las infinitas posibilidades y las contribuciones concretas que se han hecho desde este Colegio, siempre con compromiso social y solidez académica, pero además con la mirada puesta en el horizonte de un mundo mejor.
[i] Sobre las tensiones epistemológicas que han dado forma al Colegio, así como un desglose detallado de las temáticas y áreas disciplinares de las tesis véase Miguel Orduña Carson y Diana Roselly Pérez, “Por sus tesis los conoceréis. Contribuciones a los Estudios Latinoamericanos desde el Colegio de Estudios”, Revista Temas de Nuestra América, v. 39, n. 74, 2023 [en prensa].
[ii] Leopoldo Zea, “Los estudios sobre Latinoamérica y las humanidades”, p. 15.
Dra. Diana Roselly Pérez Gerardo
Instituto de Investigaciones Históricas
Universidad Nacional Autónoma de México.
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