Los despliegues mediáticos de las guerras del Golfo y
Afganistán han logrado una asepsia de la imagen aceptable e
interesada frente a los hechos de sangre de la violencia social
o política. Quizá asistimos a la producción occidental de una
nueva simbólica y retórica acerca de la aniquilación del otro.
Ricardo Melgar Bao
En este artículo mensual que avecina el cierre de un año efervescente en sucesos y pérdidas, me gustaría expresar una opinión muy personal, desde una óptica latinoamericana, sobre los atentados recientemente ocurridos en Francia, así como la asonada militar que sacude a Medio Oriente. Considero que el despliegue mediático que sacude este acontecimiento merece un horizonte de interpretación desde nuestras latitudes.
Muchos nos aterrorizamos con la noticia de lo acontecido. Con el miedo de cara al frente y el shock que produce la muerte, es difícil ponerse a pensar. Judith Butler señala en una carta publicada recientemente: “es difícil pensar cuando se está horrorizado”.[1] Pero en el mismo texto despliega una pregunta importante que nos permite reflexionar al calor de estos tiempos: ¿Estamos viviendo un momento de duelo o una sumisión a un poder del Estado cada vez más militarizado, de suspensión de la democracia? ¿De qué manera se instaura ese modelo de estado con mayor facilidad cuando se vende en nombre del luto?”
Ante estas preguntas uno no puede quedarse con los brazos cruzados. Los que sabemos la potencia de los mecanismos paramilitares, del poder de un Estado militarizado, como quienes estudian los procesos de las dictaduras latinoamericanas, estamos, literalmente, curados de espanto. Sabemos que un suceso de estas magnitudes suele ser el pretexto favorito para instaurar mecanismos de alta seguridad como el espionaje, la militarización de la policía, la abolición de las garantías ciudadanas y sobre todo la estigmatización de ciertos grupos. Las respuestas sociales no se hacen esperar. La sociedad civil se desgarra entre si misma y esos mismos mecanismos de seguridad se instauran para desactivar a todo aquel que atente contra el poder establecido, señalando al detractor como un terrorista. Método parecido que recuerda cuando llamaban subversivo al disidente latinoamericano. Bajo esas leyes se respalda un Estado cada vez más militarizado.
En ese sentido, también resulta necesario fijar la atención en las declaraciones de Hollande y en las intervenciones de Obama. Dos discursos prístinos como espejos dialogando entre sí mismos. Una y otra vez repetían las mismas palabras: terrorismo, fundamentalistas, medio oriente, ISIS. No hay nada nuevo bajo el sol. Con las economías europeas en crisis y los intereses geopolíticos en juego, el mismo discurso y la misma retorica requieren reactualizarse para justificar intervenciones militares, guerras y venta de armas. Una asonada que impedirá el ejercicio de las libertades del individuo.
El tema parece incomprensible. Pero si lo analizamos desde la óptica latinoamericana podría parecernos un asunto del que nuestra memoria tiene registro. El intervencionismo militar, el monopolio de la violencia, de las armas, de la guerra.
En América Latina, bajo la lógica de la Doctrina de Seguridad Nacional, se vivió una época de dictadores impuestos para servir a la geopolítica de una región en particular. Para lograr el objetivo, los dictadores fueron apoyados con armas, dinero y adiestramiento político. Y con ello un largo discurso para estigmatizar al “subversivo” fue impuesto. No podría resultar casual o arbitrario que en estos tiempos de crisis financiera, crisis migratoria y quiebre de las fronteras económicas, la misma estigmatización, solo que ahora bajo el nombre de “terrorista”, requiera una actualización desde sus más diversas formas.
[1] “Judith Butler desde París”. Nota tomada del blog Todx con perspectiva. Link: https://micgenero.wordpress.com/2015/11/17/el-duelo-se-convierte-en-ley-judith-butler-desde-paris/ Consultado el 22 de noviembre de 2015
Generación 2011. Pasante de la licenciatura en Estudios Latinoamericanos.
Becaria en el Instituto de Investigaciones históricas Dr. María Luis Mora. Entre mis temas de interés están: Cine documental de Santiago Álvarez, Exilio conosureño en México, Posmemoria, Teoría social en América Latina
Twitter: @Ximenosca