El cine que se produce en América Latina (que a mi parecer resiste estoicamente el hecho de ser soslayado y ninguneado incluso en la tierra que lo produce) refleja una diversidad apabullante de maneras de ser, pensar, sentir y vivir. Esto tiene como resultado una diversidad inimaginable de maneras de producir, consumir y pensar el cine. Y en esta diversidad ya se incluyen las maneras de vivir en lo que fue un pasado doloroso (muchas de las venas siguen abiertas, humillando y entristeciendo a un continente que quiere luchar y sobrevivir), marcado por la violencia y el miedo en los años obscuros de los conflictos ideológicos en América Latina.
Éstas circunstancias son enteramente visibles en las películas Infancia clandestina (Argentina, 2012, dirigida por Benjamín Ávila) y Las malas intenciones (Perú, 2011, dirigida por Rosario García-Montero). La primera está ambientada en tiempos de la dictadura militar y tiene como protagonista a un niño (doce años de edad) que acompaña a sus padres (guerrilleros de tendencia izquierdista), en un viaje de Argentina a Cuba y de regreso en 1979. La segunda tiene como protagonista a una niña (ocho años de edad) de familia de clase alta y está ambientada en 1982, cuando el país afronta las acciones de Sendero Luminoso.
Infancia clandestina recibió cinco Premios “Cóndor de Plata” (otorgados por la Asociación de Cronistas Cinematográficos de la Argentina, ACCA) en 2012 y nueve Premios “Sur” (otorgados por la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de la Argentina) en 2013.
La película nos muestra una historia infantil marcada por el compromiso con la causa y la necesidad de esconderse (el niño acompaña a sus papás incluso en una escena en que esconden municiones en cajas de “maní con chocolate”), al mismo tiempo que el protagonista afronta situaciones comunes de su edad (una fiesta de cumpleaños; el primer amor, de quien no quiere separarse, etcétera).
El miedo a ser descubiertos se mezcla con la necesidad de no arruinar la vida sentimental: en una escena se ve a los padres enojados con el niño por hablar por teléfono (que puede ser intervenido) con la niña que le gusta (de la cual los padres no saben nada, quizá por estar demasiado ocupados organizando una resistencia, encerrados en sus “cosas de adultos”).
También se deja ver la relación que el pueblo argentino tiene con la pedagogía, mostrando a varios niños escenificar la llegada de Cristóbal Colón a tierras americanas, con la corrección política (sin enemistad, sin sangre) que un sistema complejo, a través de los maestros, manda.
Las malas intenciones ganó el premio a la Mejor Película Peruana en el Festival de Cine de Lima en su XV edición y premio a la Mejor Película Iberoamericana en el Festival Internacional de Cine de Mar del Plata de 2011.
La personalidad de su protagonista deja ver influencia de las lecciones de historia en la escuela(hay monólogos muy interesantes en que la protagonista discute qué es un héroe en la historia de Perú y cómo se puede llegar a serlo), al tiempo que interactúa con los imprevistos que ocurren a su alrededor (su madre, divorciada y casada por segunda vez, tendrá un nuevo bebé con su padrastro, desencadenando celos y miedo por ser reemplazada), los prejuicios de su clase social (en la escuela, de fuerte influencia católica, las maestras llegan a decir que los adultos que se divorcian no van al Cielo) y trata de entender su estado de salud (es asmática y eso le causa inseguridad por no ser una hija perfecta para su madre).
Las tensiones políticas se expresan a través de la inocencia infantil: a pesar de que términos como “izquierda” y “derecha” podrían ser carentes de significado, la protagonista los maneja con naturalidad en sus conversaciones con otras niñas.
En resumen, el cine latinoamericano exhibe creatividad, deseos de innovar y disposición a generar debate sobre el temor y la violencia en el pasado reciente, siendo claros ejemplos las películas mencionadas.
Estudiante del Colegio de Estudios Latinoamericanos
6º semestre.
Temas de interés: diversidad cultural y cultura popular en América Latina y América del Norte.
Twitter: @JavierMac1992
Correo electrónico: javier.peculiar.comala@gmail.com