Por: Ana Hurtado.
En los años 70’s Nueva York fue cuna de unos de los movimientos juveniles más trascendentales y revolucionarios del siglo XX, en los barrios del Bronx y Harlem se gestaba una nueva cultura donde convergían distintas expresiones como la música, el baile y los grafittis, esta nueva articulación rompía con los esquemas de separatismo cultural e incorporaba aspectos concernientes a la migración latinoamericana, juventud, violencia, la vida en los barrios estadounidenses y la racialidad de los cuerpos. El Hip Hop como propuesta política es mucho más que un género musical absorbido por la industria cultural.
Posteriormente en América Latina el Hip Hop comenzó a tener resonancias, cada país imprimía una marca de autenticidad, donde se trasminaban luchas específicas de la región. Como género musical, durante mucho tiempo estuvo respaldado por un fuerte protagonismo masculino, sin embargo, también han existido representantes femeninas que han transformado los esquemas discursivos, musicales y performáticos. En Cuba, Lourdes Suárez de Arma, mejor conocida como La Cimarrona Sin Cadenas es tan sólo uno de los muchos ejemplos que iluminan el escenario del hip hop femenino.
La Cimarrona Sin Cadenas fue el nombre artístico que Laura Suárez adoptó como una crítica a su propia historia familiar y a sus vivencias, sus letras giraban en torno a una crítica del mestizaje, que, tal como ella lo entendía, era un identidad híbrida e invisibilizada por una lectura superficial del mestizaje criollo. Participó activamente en La Madriguera de la Asociación de Hermanos Saíz, (AHS) recinto dedicado a la difusión del arte cubano, ahí se desempeñó como artista y tallerista, teniendo la oportunidad de afinar su proyecto personal. A inicios de este año, la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) le otorgó el premio Juglar junto con la Dra. Marta Cordiés Jackson y Virginia López Aldana, reconociéndolas como maestras de la oralidad cubana y defensoras del patrimonio oral africano.
¡Qué mejor que llamarme Cimarrona! Porque soy mestiza, me es necesario defender a los marginados y marginadas de esta sociedad.
Para La Cimarrona, el feminismo significaba un proceso y un proyecto en constante construcción. La prosa que había iniciado como un lugar de fusión entre las letras y la denunciar fue matizándose de un discurso a la vez que se empataba con el pensamiento feminista de la isla. En el Caribe, muchas artistas han aportado al campo de la música, las artes visuales, la literatura y la investigación desde una perspectiva feminista aun si asimilar este término como un punto nodal de sus incidencias, no obstante, la muerte de Lourdes Suárez nos exhorta a recuperar proyectos políticos que han orbitado en las escenas del arte caribeño no hegemónico.
La mañana del 14 de julio se dio a conocer la noticia sobre el fallecimiento de María Lugones, quien fuera una de las teóricas del feminismo decolonial más importante. Originaria de Argentina, María Lugones hizo contribuciones, que hoy, se consolidan como imprescindibles para el estudio de la filosofía latinoamericana desarrollada por mujeres. En el 2004 criticó fuertemente el feminismo hegemónico problematizando cómo la construcción racial de la razón occidental o colonial excluía explícitamente cuerpos e identidades indígenas y afrodescendientes. Para el 2008 consolidaba una de sus propuestas filosóficas más contundentes al proponer la categoría «sistema moderno-colonial de género» la cual servía para analizar la construcción universalista y dominante de la mujer. Asimismo, sus tesis estaban cargadas de reflexiones antirracistas, para Lugones la raza como categoría analítica era indispensable para reformular disertaciones críticas y situadas.
La raza no es ni más mítica ni más ficticia que el género – ambos son ficciones poderosas.
Sin lugar a duda el feminismo latinoamericano hoy resiente la pérdida de dos mujeres que, desde sus respectivas trincheras, sumaron esfuerzos a la larga y afanosa lucha feminista latinoamericana. Ante un hecho irreversible como lo es la muerte, nos resta agradecer el valioso legado y desear que el viaje les sea ligero. Gracias Lourdes Suárez y María Lugones, nuestra lucha continúa en este lado.
Ana Hurtado, CELA generación 2014. Líneas de investigación: afrodescendencia, racismo y estudios socioculturales del Caribe insular.
Comments