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Foto del escritorEquipo Horizontes

Memoria viva

Por: Batres Gaytán Atzin, Cortés Aguirre Andrea, López Hernández Julia Belén y Pérez Villanueva Ximena.


“En Argentina, las locas de la Plaza de Mayo serán un ejemplo de salud mental, porque ellas se negaron a olvidar en los tiempos de la amnesia obligatoria.”

­-Eduardo Galeano


Comienza la década de los setenta, en la radio se escucha a los Rolling Stone, a los Beatles, pero en toda América Latina se escucha un grito al unísono: ¡VIVOS SE LOS LLEVARON, VIVOS LOS QUEREMOS!

Desde inicio de los sesenta existía el temor de que la semilla comunista de la Revolución Cubana germinara en el resto de los países latinoamericanos, lo que provocó que Estados Unidos interviniera, más de lo que lo había hecho en años anteriores, en los procesos democráticos de la región, apoyando los golpes de Estado en Argentina, Chile y Uruguay, sólo por mencionar algunos.

La intervención estadounidense trajo consigo la Doctrina de Seguridad Nacional, la cual situaba como principal enemigo externo a la Unión Soviética y al gobierno de Fidel Castro en Cuba. Por el contrario, los Estados Latinoamericanos se enfrentaron con un enemigo interno[1], cualquier grupo o persona que fuera disidente al gobierno, era considerado peligroso para la nación, así como lo fueron los Tupamaros en Uruguay y los Montoneros en Argentina.

Dentro de la Doctrina de Seguridad Nacional se hallaba la Operación Cóndor que se instauró principalmente en los países del sur del continente, el cual, junto con la Escuela de las Américas, instruyó a los ejércitos latinoamericanos en diferentes técnicas de contrainsurgencia como las desapariciones forzadas, las torturas y los asesinatos, dirigidos a cualquier grupo o individuo que se considerara una amenaza para el Estado.

Una de las practicas más comunes y silenciadas de los países en los que se había establecido la Operación Cóndor, fue la violencia sexual a mujeres, como lo es el caso de Paraguay, durante la dictadura militar de Alfredo Stroessner (1954-1989). En la dictadura stronista era bien sabido por la sociedad paraguaya, que los militares ejercían violencia sexual contra mujeres y niñas de manera recurrente, sin importar el que estuvieran militando o no en contra del régimen.

De 1967 a 1981 fue el periodo donde existió mayor participación política de las mujeres en las organizaciones campesinas[2], lo que derivó a que también fuera el periodo donde se registraron mayor cantidad de violaciones a los derechos humanos de las mujeres. Las entidades más violentas para las mujeres fueron Asunción, Caaguazú, Misiones y Paraguarí.

La violencia de la que fueron víctimas las mujeres no sólo fue sexual, en las comandancias a la que eran enviadas, también se les asignaron tareas de cuidado y servicio a los policías y militares. De igual manera, se cuenta con registros de que las torturas hacia mujeres eran muchísimo más brutales si no existía algún vínculo con un hombre militante. Las mujeres eran castigadas por haber decidido de manera autónoma en su militancia política.

Gracias a la obra de Gladys Meilinger de Sanneman, se conoce una lista de veinte mujeres paraguayas que fueron detenidas y desaparecidas en Argentina, además de la detención y posterior desaparición de otra mujer argentina que fue detenida en Paraguay. Estos casos son similares a muchos otros que ocurrieron en Uruguay y Chile.

La participación política de las mujeres paraguayas no sólo estuvo presente en la guerrilla, algunas lo hicieron desde la palabra y el arte, como Olga Caballero Aquino, Julia Ozorio Gamecho y Elisabeth Roig. En varios países de América Latina, miles de ellas formaron grupos de búsqueda para encontrar a sus familiares desaparecidos, dando como resultado la Federación Latinoamericana de Asociaciones de Familiares de Detenidos-Desaparecidos (FEDEFAM) creada en 1981 en Costa Rica, la cual tiene como principales objetivos los siguientes:

1. Rescatar con vida a las víctimas de la desaparición forzada de los lugares de reclusión clandestina donde son mantenidos y obtener la devolución de niños de padres sometidos a desaparición forzada a sus familias de origen y legítimos hogares.

2. La investigación de cada caso de desaparición forzada y el juicio y el castigo de los responsables de estos crímenes.

3. La promoción de normas jurídicas nacionales e internacionales que - tipificando a la desaparición forzada como un crimen contra la humanidad constituyan medidas de justicia y prevención de este delito.[3]

En 1976, en Uruguay se funda Madres y Familiares de Uruguayos Detenidos Desaparecidos, entre sus fundadoras se encuentra Luz Ibarburu de Recagno, madre de Juan Pablo Recagno, quien fue desaparecido por el Estado argentino en 1976. Luz junto con otras cientos de madres, se une a la lucha por encontrar a los desaparecidos de la dictadura cívico militar uruguaya (1973-1985). Gracias a Luz, María Ester, Quica, María Elena y Milka, sólo por mencionar algunas, se da origen al Juicio Plan Cóndor en Roma, Italia, en 1999.[4] En Uruguay se tiene conocimiento de casi 200 personas desaparecidas, aunque las cifras varían según las fuentes.

Al otro lado del río de la plata, en 1977, las madres argentinas forman la Asociación de Madres de Plaza de Mayo, quienes, desde entonces, cada jueves caminan alrededor de la Plaza de Mayo frente a la Casa Rosada, exigiendo la aparición con vida de sus familiares. Las madres, mejor conocidas actualmente como las abuelas, se dieron a conocer mundialmente como un símbolo de resistencia. Una de las madres fundadoras fue la paraguaya feminista Esther Ballestrino, militante política en contra del régimen stronista. El 8 de diciembre de 1977, Esther fue desaparecida por el Estado argentino en la Iglesia de la Santa Cruz. La dictadura militar argentina (1976-1983) no sólo les había arrebatado a sus hijos, muchas de las jóvenes que fueron secuestradas por el Estado, estaban embarazadas, por lo que su búsqueda y lucha se extendieron hasta sus nietos.[5] Según las abuelas, la dictadura dejó 30,000 personas desaparecidas.



Madres de Plaza de Mayo. Fuente: https://infogei.com/nota/31950/43-anos-de-las-madres-de-plaza-de-mayo/

La dictadura chilena provocada por Augusto Pinochet (1973-1990) considerada como una de las más crueles, dejó aproximadamente más de mil personas desaparecidas, pero se considera que llegan a 40,000 todas las personas que fueron afectadas por la dictadura. Es así como en 1973, pocas horas después del golpe militar, se comienza a gestar la organización de las madres chilenas, que da apertura a la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos[6]. El desierto de Atacama, en donde los astrónomos buscaban estrellas, pasó a ser un espacio donde las madres y padres de desaparecidos, buscaban los restos de sus hijos.[7]

En México, Rosario Ibarra de Piedra después de la desaparición forzada de su hijo Jesús Piedra Ibarra, junto con cientos de mujeres de diferentes estados de la república, fundó en 1977 el Comité Pro-Defensa de Presos Perseguidos, Desaparecidos y Exiliados Políticos de México, que posteriormente pasaría a llamarse Comité Eureka.[8] A diferencia de los países antes mencionados, México no estaba bajo una dictadura militar, de hecho, el país manejó una política de asilo a exiliados uruguayos, argentinos y chilenos, al mismo tiempo en varios recintos de la SEDENA existían cárceles clandestinas donde torturaban y desaparecían a jóvenes mexicanos.[9]

La actividad política de las mujeres, no sólo se centro en la militancia de algún partido o en la guerrilla, miles de las mujeres que se organizaron y pelearon por la aparición con vida de sus seres queridos, se convirtieron en aguerridas activistas por la defensa de los derechos humanos, un ejemplo es Rosario Ibarra de Piedra[10], que en 1982 y 1989 se postuló a la presidencia de México, o el Observatorio Luz Ibarburu, el cual se encarga del seguimiento de las denuncias penales por violaciones a los derechos humanos en Uruguay.

En 2018, Amnistía Internacional Chile buscó renombrar 26 estrellas visibles desde el desierto de Atacama, con los nombres de 26 hombres que fueron asesinados por el Estado chileno el 19 de octubre de 1973, el proyecto fue nombrado “La constelación de los caídos”.

Vinieron nuestras madres hace 44 años, y ya cuando supimos que a nuestros padres los habían fusilado y los habían ocultado en la inmensidad del desierto, ellas vinieron a peinar el desierto en busca de sus maridos, de sus hijos, de sus compañeros. Que, si a ellos no los pudimos encontrar en la tierra, donde ellos fueron escondidos, los podamos encontrar en el firmamento.[11]

Las mujeres en América Latina salieron del espacio privado, casi expulsadas por el Estado mismo, para situarse como protagonistas por la defensa de los derechos humanos, convirtiéndose en sinónimo de dignidad, resistencia y memoria viva.

Notas

[1] Francisco Leal Buitrago, “La doctrina de seguridad nacional: materialización de la guerra fría en América del Sur”, Revista de Estudios Sociales, No. 15, junio de 2003, 74-87. [2] Lilian Soto. (2019). Mujeres, dictadura, resistencia y represión en Paraguay. abril 14,2021, de Centro de Documentación y Estudios Sitio web: https://www.cde.org.py/publicacion/mujeres-dictadura-resistencia-y-represion-en-paraguay/ [3] (Federación Latinoamericana de Asociaciones de Familiares de Detenidos-Desaparecidos) Una herramienta en la lucha contra la desaparición forzada: http://www.desaparecidos.org/fedefam/ [4] Madres y Familiares de Uruguayos Detenidos Desaparecidos: https://desaparecidos.org.uy/quienes-somos/ [5] Asociación de las Madres de Plaza de Mayo: https://madres.org/ [6] Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos: https://afdd.cl/quienes-somos/ [7] Guzmán, P. (director). (2010). Nostalgia de la luz (documental). Sachse R. [8] Museo Casa de la Memoria Indómita: https://museocasadelamemoriaindomita.mx/historia/ [9] Erenberg, S. (director). (2014). Rosario (documental). IMCINE [10] Rosario Ibarra de Piedra, fue la primera mujer en ser candidata a la presidencia de México. [11] Testimonio de Ana Yueng, hija del obrero de la Empresa Nacional de Explosivos, Jorge Yueng, fusilado por el ejército chileno el 19 de octubre de 1973 en el desierto de Atacama. Amnistía Internacional – Chile. (27 de junio de 2018). Constelación de los caídos. YouTube. https://www.youtube.com/watch?v=WUu9CZ21Jfs

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