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Las de abajo

Por: Andrea Cortés, Atzin Batres, Julia López y Ximena Villanueva.


Pensar en la participación de las mujeres durante la Revolución Mexicana, o en cualquier movimiento social y armado en América Latina durante el siglo XX, resulta complejo; no porque su participación haya sido mínima o nula, sino por el contrario, aquellos movimientos no hubieran sido posibles sin ellas, sin nosotras, las sujetas que históricamente hemos sido asignadas a papeles secundarios, porque la Historia ha sido escrita y narrada por hombres, imponiendo sujetos y valores que nos excluyen y nos marginan. En este texto queremos reivindicar las participaciones de las mujeres en la Revolución Mexicana como sujetas políticas a partir de tres ejes: las soldaderas, las magonistas y el Primer Congreso Feminista de Yucatán.

Tenemos que repensar la Revolución con las mujeres en el centro, siendo necesario reconocerlas y nombrarlas dentro de todo proceso histórico; cuestionando en vez de romantizar su participación, ya que esto significaría reproducir los estereotipos de la feminidad y banalizar las violencias que cada mujer, en nuestro respectivo contexto histórico específico, hemos vivido por el hecho de ser mujeres.

Una de las primeras imágenes que se nos viene a la cabeza cuando pensamos en la Revolución Mexicana, es la imagen de la soldadera, esas mujeres fuertes y aguerridas que decidieron unirse a la lucha armada. Recordamos sus faldas largas, las cananas sobre su pecho y el rebozo en la espalda donde cargaban a sus niños. Pensamos en Petra Herrera, que, para poder unirse al ejército villista, se tuvo que vestir como hombre y ocultar que era mujer.

Petra no fue la única, hubo cientos de mujeres que también se hicieron pasar como hombres, no sólo para ser aceptadas y respetadas dentro del ejército, sino también como una medida de seguridad para protegerse de las violaciones sexuales. Esta masculinización la podemos ver presente cuando se habla de las soldaderas y se les atribuyen cualidades que “sólo poseen los hombres”: fuerza, astucia, valentía, honor... Se puede observar en las representaciones de las soldaderas, por ejemplo, la película La Generala dirigida por Juan Ibáñez y protagonizada por María Félix. Esta es la construcción que existe cuando se habla de la Revolución y las mujeres.

Las mujeres campesinas en las primeras décadas del siglo XX no sólo eran vulnerables a un país desigual, sino que también corrían el peligro de que aquellos hombres que luchaban en contra del Estado y que reconocían las injusticias que éste ejercía, se convirtieran en sus torturadores y posteriores verdugos. Así fue el caso de Francisco Villa, que el 12 de diciembre de 1916 en Camargo, Chihuahua, asesinó a sesenta soldaderas carrancistas. Este no fue un caso aislado, pues en otra ocasión Villa y su ejército violaron a más de 100 mujeres en Namiquipa, Chihuahua.

“La masacre de estas soldaderas y la violación de las mujeres en Namiquipa, fueron las mayores atrocidades que cometió Villa contra la población civil durante sus años como revolucionario.”[1]

No podemos pensar a las mujeres campesinas solamente como heroínas de la Revolución, pues sería invisibilizar la violencia de la que fueron víctimas y por consecuencia invisibilizar su historia. Es necesario nombrar lo que vivieron, y cómo, a pesar de que muchas entraron por cuenta propia al movimiento armado y la Revolución no se hubiera llevado a cabo sin ellas, la historia se encargó de encapsularlas en “la Adelita”, olvidando así sus nombres y sus acciones.

Las mujeres que apoyaron abiertamente a los hermanos Flores Magón también fueron indispensables en la Revolución y la prensa. Uno de los grupos más relevantes en el Partido Liberal Mexicano, es el de las mujeres radicales. Esto lo podemos comprobar en las publicaciones de Regeneración de 1906 a 1911, donde les escritores y colaboradores del periódico exigían la emancipación de las mujeres y las invitaban a participar activamente en el movimiento revolucionario. En 1907 se crea Hijas de Anáhuac, la primera organización revolucionaria de mujeres, trabajadoras textiles, que apoyaron abiertamente al PLM. La Unión Liberal de Mujeres Mexicanas, fue otra organización de mujeres que les brindó apoyo y fondos a los magonistas.

Dentro de las filas del PLM también existieron mujeres que desempeñaron papeles fundamentales, como María Talavera quien consiguió apoyo de los socialistas para los magonistas que estaban presos en Los Ángeles, además de darle forma al pensamiento y a la ideología magonista. Ricardo Flores Magón fue su esposo. Al igual que ella, muchas mujeres jugaron roles importantes como Evarista, esposa de Librado, quien se encargaba de ser un medio de comunicación entre los magonistas que se encontraban presos con los que estaban libres.

Otro ejemplo claro es el de las hermanas Andrea y Teresa Villarreal, quienes dirigieron entre 1907 y 1909 una campaña nacional en nombre de los magonistas encarcelados. En 1910 crearon su primer periódico llamado La Mujer Moderna, Teresa de igual manera creó el periódico socialista El Obrero. El Paso, Texas, se convirtió en uno de los principales puntos de radicalismo femenino.

Desde finales del siglo XIX, la prensa se convirtió en un medio por el cual las mujeres podían cuestionar y criticar abiertamente la posición social, económica y política en que se encontraban, así como las condiciones de los trabajadores. El activismo político de las mujeres dentro de la prensa se convirtió en una oportunidad para demarcar un triunfo que venía desde y era para las mujeres.

Dentro de estas mujeres, se encuentra la periodista y precursora feminista Hermila Galindo, quien en 1915 fundó el semanario literario y político La Mujer Moderna. Gracias a su gran oratoria y habilidad política, fue secretaria particular de Venustiano Carranza. Es considerada como una de las mujeres más importantes del feminismo en México durante las primeras décadas del siglo XX. Gracias a la influencia de Hermila, el 13 de enero de 1916 se organizó en Mérida, Yucatán, el Primer Congreso Feminista en México. El cual buscaba igualdad entre hombres y mujeres, además de abordarse temas como el infanticidio, el aborto, la orfandad y la prostitución.



Hermilia Galindo


Si el tratar actualmente estos temas resulta complicado, en 1916 resultaba casi imposible. Es así como en respuesta a la organización de mujeres, el 10 de mayo de 1922 el periódico Excélsior declara a este día como “El día de la madre”, para recordarle a la sociedad que las funciones de las mujeres sólo están en casa y con los hijos.

Queremos terminar con una cita de la poeta y escritora feminista boliviana, Julieta Paredes:

“Por eso, reafirmamos que LAS MUJERES SOMOS LA MITAD DE TODO. Consideramos un gravísimo error negar el cuerpo y sexo de quienes formamos parte de los movimientos y organizaciones sociales; son nuestros cuerpos de mujeres los que desde siempre en innumerables marchas y acciones han hecho y construido la historia de nuestro país.”[2]

Y desde nuestro aquí y ahora, nombramos a algunas de las miles de mujeres que participaron en la Revolución Mexicana[3], con la afirmación y la promesa de que ya no existirá una historia sin NOSOTRAS:

· MANUELA MEDINA

· MARÍA FERMINA RIVERA

· MARÍA RICARDA GONZÁLEZ

· CARMEN CAMACHO

· MARÍA TOMASA ESTEVÉZ

· MANUELA HERRERA

· ISABEL MORENO

· PETRA HERRERA

· PETRA RUÍZ

· LAUREANA WRIGHT DE KLEINHANS

· JUANA BELÉN GUTIÉRREZ DE MENDOZA

· JOSEFA ARJONA DE PINELO

· MARÍA GUADALUPE ROJO DE ALVARADO

· DINA QUERIDO VIUDA DE MORENO

· MARÍA DE .JESÚS LEÓN FAJARDO

· SOFÍA DÍEZ DE BONILLA DE RAMIÓ

· ANA PÉREZ DE VILLARREAL


[1] Testimonio de Friedrich Katz, consultado en Poniatowska, E.. (2016). Las soldaderas. En Las indómitas(48). México: Seix Barral. [2] Paredes, J.. (2008). Hilando fino desde el feminismo comunitario. noviembre 16, 2020, de Mujeres del mundo Babel Sitio web: https://mujeresdelmundobabel.org/files/2013/11/Julieta-Paredes-Hilando-Fino-desde-el-Fem-Comunitario.pdf [3] Lista obtenida de Poniatowska, E.. (2016). Las soldaderas. En Las indómitas(48). México: Seix Barral. Y complementada con Instituto Nacional de Estudios Históricos de la Revolución Mexicana. (1992). Las mujeres en la Revolución Mexicana, 1884-1920. noviembre 17, 2020, de Secretaría de Gobernación, y el Instituto de Investigaciones Legislativas de la H. Cámara de Diputados, Sitio web: http://biblioteca.diputados.gob.mx/janium/bv/dp/lv/mujer_revolu.pdf

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